
No existe tal cosa!
En la era de la información, lamentablemente también proliferan las “soluciones mágicas” y las promesas exageradas en el ámbito de la nutrición. La idea de los “superalimentos” es una de las falacias más extendidas y dañinas. Un ejemplo reciente es comer 5 kg de zanahorias al dia x 5 dias, prometiendo todo tipo de beneficios y curaciones.
Alimenta el Ego de los influencers!
¿Qué es la falacia del “superalimento”?
Se refiere a la creencia errónea de que existen alimentos únicos con propiedades extraordinarias capaces de prevenir o curar enfermedades, optimizar la salud de manera milagrosa o compensar hábitos alimenticios deficientes por sí solos. Esta idea a menudo se vende con promesas de longevidad, pérdida de peso instantánea o aumento drástico de energía.
Propiedades de los alimentos: algunas fuertes, algunas carencias
La verdad es que la nutrición es un campo complejo y holístico. No hay un solo alimento que contenga todos los nutrientes necesarios en las proporciones adecuadas para el cuerpo humano. Cada alimento, ya sea una fruta exótica, una verdura común, una legumbre o un cereal, posee un perfil nutricional único:
- Fortalezas: Algunos alimentos son ricos en vitaminas específicas, otros en minerales, fibra, antioxidantes o proteínas. Por ejemplo, las naranjas son excelentes fuentes de vitamina C, las espinacas de hierro y folato, las legumbres de proteína vegetal y fibra, y los aguacates de grasas saludables.
- Carencias: De la misma manera, ningún alimento es nutricionalmente completo por sí solo. Incluso los alimentos considerados “muy saludables” tienen sus limitaciones. Consumir solo un tipo de “superalimento” excluyendo otros puede llevar a deficiencias nutricionales a largo plazo.
La clave es la variedad y el equilibrio
Una dieta saludable se construye sobre la base de la diversidad de alimentos de todos los grupos. Es la sinergia entre los diferentes nutrientes que se encuentran en una amplia gama de alimentos lo que promueve la salud óptima, no la dependencia de uno solo. Una manzana es saludable, pero no reemplaza la necesidad de vegetales de hoja verde, legumbres o granos integrales.
Los Influencers de Alimentos Perfectos y sus Errores
El auge de las redes sociales ha dado lugar a una nueva generación de “expertos” en nutrición: los influencers. Si bien algunos pueden compartir información útil, muchos carecen de la formación académica y la ética profesional necesarias, lo que los lleva a cometer errores significativos y a difundir desinformación:
- Simplificación excesiva y soluciones rápidas: Los influencers a menudo resumen conceptos nutricionales complejos en eslóganes pegadizos o promesas de resultados rápidos. Esto ignora la individualidad de las necesidades nutricionales y la importancia de un enfoque a largo plazo.
- Promoción de productos sin evidencia científica: Muchos influencers están patrocinados por marcas de “superalimentos”, suplementos o dietas restrictivas. Promocionan estos productos basándose en testimonios anecdóticos o afirmaciones sin respaldo científico, priorizando el beneficio económico sobre la salud de sus seguidores.
- Demonización de alimentos o grupos de alimentos: Es común ver a influencers tachar de “tóxicos” o “malos” a ciertos alimentos (gluten, lácteos, carbohidratos, etc.) sin justificación científica sólida, generando miedo y confusión entre la audiencia.
- Fomento de dietas restrictivas y no sostenibles: Las dietas promovidas por algunos influencers pueden ser extremadamente restrictivas, carecer de nutrientes esenciales y ser imposibles de mantener a largo plazo, lo que puede llevar a deficiencias, trastornos alimenticios o un ciclo de “yo-yo”.
- Falta de calificación y conflicto de intereses: La mayoría de los influencers de alimentos no son nutricionistas, dietistas registrados o profesionales de la salud con la formación adecuada. Sus recomendaciones a menudo se basan en experiencias personales o tendencias, no en la ciencia. Además, los patrocinios representan un claro conflicto de intereses.
- Creación de expectativas poco realistas: Los influencers a menudo muestran cuerpos “perfectos” y estilos de vida idílicos, generando presión y frustración en aquellos que no logran resultados similares con sus recomendaciones.
La importancia de la alfabetización mediática y la consulta a profesionales:
Es fundamental que los consumidores desarrollen un pensamiento crítico y cuestionen las fuentes de información en línea. Antes de adoptar cualquier recomendación dietética, es vital:
- Verificar las credenciales: ¿La persona que da el consejo tiene formación académica en nutrición (licenciado en nutrición, dietista-nutricionista)?
- Buscar evidencia científica: ¿Hay estudios científicos que respalden las afirmaciones?
- Considerar la fuente de financiación: ¿Hay patrocinios o intereses comerciales detrás de la recomendación?
- Consultar a un profesional de la salud: Para cualquier duda o necesidad nutricional específica, siempre es mejor acudir a un dietista-nutricionista o médico calificado científicamente honesto. Ellos pueden ofrecer planes personalizados basados en la evidencia científica y las necesidades individuales.
En conclusión, la nutrición es una ciencia, no una moda. La falacia de los superalimentos y la desinformación de los influencers socavan la comprensión saludable y equilibrada de la alimentación. La clave está en la variedad, el equilibrio, la moderación y la búsqueda de información de fuentes confiables y profesionales cualificados.
Curcuma, un ejemplo
Aunque la curcumina posee propiedades antiinflamatorias interesantes y es un área activa de investigación (in vitro), considerarla una panacea o una solución garantizada para la inflamación sin tener en cuenta su biodisponibilidad, la dosis necesaria y la variabilidad de los resultados en la literatura científica, es caer en una falacia. Es un complemento potencial en una estrategia de salud más amplia, pero no un sustituto de un diagnóstico y tratamiento médico adecuados.
Como saber que algo no sirve?
Si la medicina académica, la verdadera, la que aumentó tu sobrevida, no ha aislado el principio activo para ser aplicado con indicaciones claras y reproducibles (ejemplos Aspirina, Cantaridina); entonces, no sirve.
PD: eso si, la cúrcuma pinta de amarillo la ropa blanca y queda de maravilla!