Reducción del 90% de los casos de Cáncer de Cuello Uterino?

El despistaje del VPH mediante la detección del ADN del virus VPH (VPH-PCR o similar) y la vacunación nonavalente contra el VPH (vacunas de 9 serotipos como Gardasil-9) pueden reducir el riesgo de cáncer de cuello en un 90%. En el futuro probablemente eliminarán el uso de la citología cervicovaginal (Pap, Papanicolaou); no así el espéculo, no se haga ilusiones, ya que es necesario para tomar la muestra del cuello uterino. La evidencia que se está acumulando sugiere que la detección del Virus VPH en el cuello uterino tiene mejor sensibilidad para la detección de lesiones precancerosas cervicales cuando se la compara con la del Papanicolaou cuando se le aplica de manera rutinaria a modo de control y despistaje regular a la población general.

Turquía es el primer país del mundo en suspender el uso del Pap en favor de la tipificación del VPH, le siguieron Holanda y Australia y Austria está por hacerlo. En países pobres eso probablemente nunca ocurrirá

Claro está, para que esto sea efectivo la determinación de la presencia del VPH debe acompañarse de la vacunación contra el VPH (mientras más virotipos de VPH oncogénicos contengan, mejor). La idea es que en la población vacunada las pruebas sean negativas para todos los tipos virales cubiertos indicando que la paciente no tiene virus en su cuello uterino y por lo tanto riesgo ausente de lesiones precancerosas. Llama la atención que solo el hecho de practicar la detección del VPH, sin citología, puede reducir la ocurrencia de cáncer de cuello uterino en un 70% siempre y cuando dicha detección vaya acompañada de esquemas diagnósticos apropiados: colposcopia, biopsia y tratamiento adecuado.

De esta última frase se desprende que ante un resultado positivo se debe evaluar clínicamente a la paciente para determinar la presencia de cambios tisulares mediante métodos tradicionales como la colposcopia y la biopsia. En pocas palabras, la detección del VPH solo detecta riesgo, no establece la presencia de lesiones premalignas ni malignas y con gran cantidad de falsos positivos

Veamos ahora a la Citología o Pap: una sola toma tiene capacidad de detección de cambios premalignos de  51% y los descarta con un 66.6%,  pero mantiene una precisión de 92%. Vale decir que aun cuando no detecta el 50% de los casos afectados (este porcentaje mejora con la repetición de la prueba),  cuando lo hace es porque casi con toda seguridad la afección está presente. En pocas palabras, la citología si establece la presencia de lesiones precancerosas, no se comporta tan sólo como un elemento de determinación de riesgo como lo hace el PCR-VPH

Un elemento importante a considerar: se sabe que hasta un 50% de los casos de VPH cervical  no genera manifestación celular alguna y que es probable que la mujer nunca se entere de que tuvo el virus en algún momento de su vida. Estos casos no los detecta la citología debido a que no hay cambios celulares y además, el virus desaparecerá del sistema en unos meses sin dejar huella en la mayor parte de esos casos. Lo que quiero decir es que si usamos métodos de detección del VPH vamos a obtener un gran número de casos que serán evaluados sin encontrar nada, generando angustia y gastos innecesarios en evaluaciones ginecológicas, colposcopia y biopsias.

Lo que me lleva a mencionar que la Citología o Pap es el método mas económico y eficiente para detectar lesiones premalignas del cuello uterino para la mayor parte de la población mundial, población que difícilmente tendrá acceso al uso generalizado de PCR viral para el despistaje del cáncer de cuello uterino.

La buena práctica ginecológica no la puede suplantar un examen de laboratorio.  Cuando evaluamos clínicamente a la mujer mediante el uso de  la inspección simple del cuello uterino, la aplicación de ácido acético y de Lugol (Prueba de iodo de Schiller) nuestra sensibilidad y precisión diagnósticas son sumamente altas, de hecho, hacemos biopsias de manera inmediata con la seguridad de casi el 100% de obtener resultados positivos en quienes tienen cambios tisulares.

En pocas palabras, yo puedo prevenir casi el 100% de los casos de cáncer de cuello uterino y con gastos mínimos. Si tuviese la fortuna de tener una población vacunada contra muchos genotipos de VPH no notaría cambio alguno en mi prevalencia local de casos de cáncer de cuello uterino (ya que son casi inexistentes) y rara vez encontraría lesiones premalignas cervicales que me inducirían a tomar biopsias y practicar procedimientos ablativos sobre el cuello uterino.

La Vacuna, un promotor de salud femenina

La vacunación contra el VPH elimina la necesidad de practicar procedimientos diagnósticos

Hasta este punto hemos determinado que los métodos de despistaje y diagnóstico salvan vidas de manera indirecta porque indican riesgo o la presencia de una lesión maligna o potencialmente maligna que requiere atención inmediata y referencia al especialista pero lo maravilloso de la vacuna contra el VPH (que por cierto no es causa de Autismo) es que previene la aparición del cáncer de cuello uterino en la población que tiene la fortuna de recibirla. Su aplicación no requiere de un especialista ni de un sistema estructurado, cualquier persona que vacune a su población representa, sin saberlo, el elemento que pone fin a una larga secuencia de evaluaciones, cirugías, terapia oncológica, discapacidad, muerte y gasto funerario precoz

Dr. Ricardo Gómez, ObsGin