
La ivermectina es un medicamento antiparasitario importante, pero su promoción para COVID-19, cáncer u otras condiciones no respaldadas por la ciencia es un grave problema de desinformación médica.Aquí un análisis basado en evidencia científica:
COVID-19: Falacia y Fraude Comprobado
Evidencia Concluyente: Revisiones sistemáticas (Cochrane, NIH, OMS) y ensayos clínicos de alta calidad (como TOGETHER) no encontraron beneficio significativo de la ivermectina en prevenir infección, reducir gravedad o mortalidad por COVID-19.
Estudios Iniciales Defectuosos: Los estudios que sugirieron beneficios eran pequeños, mal diseñados, con datos dudosos o no revisados por pares. Algunos fueron retractados por fraude.
Riesgos: Su uso sin supervisión puede causar efectos secundarios (náuseas, diarrea, mareos, daño hepático) y desviar a pacientes de tratamientos efectivos. La automedicación con fórmulas veterinarias es peligrosa.
Cáncer: Sin Base Científica
No hay evidencia clínica: No existen ensayos clínicos rigurosos que demuestren que la ivermectina sea un tratamiento efectivo contra ningún tipo de cáncer en humanos.
Investigación Preclínica Muy Temprana: Algunos estudios in vitro (células en laboratorio) o en animales sugieren mecanismos potenciales que podrían ser explorados. Esto está a años luz de ser un tratamiento probado o recomendable. Promoverla como “cura” es irresponsable y falso.
Mel Gibson y el Papel de los Influencers
Celebridades ≠ Expertos: Mel Gibson, como otras figuras públicas, no tiene formación médica. Su promoción de la ivermectina para COVID o cáncer carece de toda credibilidad científica y es puramente anecdótica.
Engaño de los Influencers: Muchos influencers (en redes sociales, podcasts, canales alternativos) han difundido afirmaciones falsas o exageradas sobre la ivermectina, aprovechando el miedo y la desesperación durante la pandemia o ante enfermedades graves como el cáncer. Esto es:
Peligroso: Lleva a la automedicación irresponsable.
Fraudulento: Muchos lucran con la venta de suplementos o consultas.
Antiético: Socava la confianza en la medicina basada en evidencia.
El Fraude Biomédico
Este caso ejemplifica un patrón: la promoción de “curas milagrosas” no probadas (a menudo baratas y accesibles) para enfermedades complejas.
Tácticas Comunes:
Distorsionar estudios preliminares o de laboratorio.
Atacar a la “ciencia establecida” y las instituciones (Big Pharma, gobiernos, OMS) como conspiradores.
Usar testimonios emocionales (anecdóticos) en lugar de datos.
Dirigirse a poblaciones vulnerables (enfermos crónicos, desesperados).
En Resumen:
La ivermectina es un antiparasitario valioso para las indicaciones aprobadas (como oncocercosis, estrongiloidiasis, escabiosis).
No es un tratamiento efectivo para COVID-19.
No es un tratamiento contra el cáncer.
Las promesas de su efectividad para estas y otras condiciones no respaldadas (autismo, etc.) son desinformación peligrosa, a menudo impulsada por intereses económicos o ideológicos.
Las opiniones de celebridades o influencers no sustituyen el consenso científico basado en ensayos clínicos rigurosos y revisiones independientes.
Desconfíe profundamente de quien prometa “curas milagrosas” simples para enfermedades complejas, especialmente si atacan a la medicina convencional.
Fuentes Confiables: Consulte siempre información de organismos de salud pública (OMS, CDC, ministerios de salud), sociedades médicas especializadas y revistas científicas de alto impacto (revisadas por pares).