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Dejar ir a alguien que te importa, especialmente cuando tu mente sigue volviendo a esa persona, puede resultar abrumador. Aquí tienes una guía compasiva pero práctica para ayudarte a liberarte de la rumiación y recuperar la paz:
Por qué tu mente se aferra a esa persona?
1. Apego emocional: Tu cerebro está programado para buscar la conexión, lo que dificulta separarse de alguien que alguna vez sentiste que era importante.
2. Sentimientos no resueltos: Los “¿y si…?” persistentes o las necesidades insatisfechas (hubiera…, cierre, validación) mantienen activo el circuito mental.
3. Miedo a la pérdida: Dejar ir puede sentirse como perder una parte de ti mismo o tus esperanzas de futuro.
4. Pensamiento habitual: Los pensamientos repetitivos se convierten en vías neuronales: cuanto más te detienes, más difícil es detenerlos. No alimentes estos recuerdos.
Estrategias compasivas de desapego afectivo
1. Reconoce y acepta tus sentimientos
– No reprimas tus emociones: Escribe lo que sientes (tristeza, ira, añoranza) sin juzgar. Ejemplo: “Está bien extrañarle, pero merezco paz.”
– Acepta la realidad: Reconoce que aferrarte a “lo que podría haber sido” prolonga el sufrimiento.
2. Crea distancia física y mental
– Limita los detonantes: Silencia/deja de seguirle temporalmente en redes sociales, evita lugares vinculados a recuerdos.
– Redirige tus pensamientos: Cuando esa persona aparezca en tu mente, interrumpe el ciclo con un mantra preestablecido: “Este pensamiento no me sirve. Elijo pensar en _______.” Otra opción es poner nombre a la vocecita mental que te la/lo recuerda y hazla callar: ‘Cállate Lucrecia’
3. Desafía la idealización
– Escribe una lista de “revisión de la realidad”: Anota las razones por las que la relación no fue perfecta (por ejemplo, incompatibilidades, necesidades insatisfechas). Reconsidera esto cuando te llegue la nostalgia.
– Racionaliza sin emociones: “¿Le extraño a el/ella o a la idea que tengo de esa persona?”
Puede que haya sido la Primera, pero con seguridad, no será la Ultima. El mundo es un abanico inagotable de posibilidades y nuevas personas en tu vida.
4. Recupera tu identidad
– Redescubre pasiones: Invierte tiempo en pasatiempos, metas o habilidades que descuidaste.
– Crea nuevas rutinas: Reemplaza viejos hábitos relacionados con el/ella por actividades nuevas (por ejemplo, gimnasio, arte, voluntariado).
5. Trátate con cariño, se amable contigo, cuídate
– Háblate con cariño: Reemplaza la autocrítica (“¿Por qué no puedo seguir adelante?”) por empatía: “Sanar lleva tiempo. Estoy haciendo lo mejor que puedo.” Haz callar a Lucrecia…
– Visualiza la liberación: Imagina que guardas tus pensamientos sobre esa persona en un globo y lo dejas flotar; escribe en un papel y quémalo, el simbolismo ayuda mucho porque es un elemento tangible.
– Cuida tu salud: no dejes que los sentimintos autodestructivos se apoderen de ti. El alcohol, las drogas y el cigarrillo solo dan alivio inmediato pero pueden potenciar la culpa y la depresión al día siguiente, es retroceder.
6. Replantea la narrativa
– Gratitud por el crecimiento: Reconoce lo que la experiencia te enseñó (p. ej., resiliencia, claridad sobre lo que quieres). Es mejor haberla tenido que evitar las relaciones por miedo al dolor.
– Afirma tu futuro: Repite a diario: “Dejar ir crea espacio para cosas mejores.” Alguien dijo ‘si no vacías el cuenco, no lo podrás llenar con experiencias nuevas y mejoradas’.
7. Busca apoyo si sientes que se sale de tu control
– Habla con amigos de confianza: Verbalizar tus sentimientos reduce su poder y los coloca en un contexto más racional.
– Considera terapia: Un terapeuta puede ayudarte a desentrañar patrones más profundos (p. ej., estilo de apego, miedo al abandono).
Qué evitar a toda costa
– Acosarle en línea: Reinicia el reloj de la curación y alimenta las emociones negativas y el dolor
– Idealizar el pasado: Los recuerdos suelen ser momentos destacados editados, no la historia completa.
– Rebote: Distraerte con alguien nuevo te podría hacer correr el riesgo de repetir el ciclo si no te has preparado para ello y podrías sumar abandono y validar las experiencias negativas, ‘no sirvo para nada’
Estrategias Radicales de desapego
Cortar una relación de manera radical puede ser una herramienta poderosa para el desapego cuando otros enfoques no han funcionado, pero requiere consciencia, preparación y autocompasión para evitar daños emocionales adicionales.
¿Cuándo es útil el corte radical?
1. La relación es tóxica: Hay manipulación, abuso o patrones destructivos que te impiden crecer, que atentan contra tu bienestar físico y mental.
2. No hay reciprocidad: La otra persona no respeta tus límites ni da el mismo afecto a pesar de tus esfuerzos.
3. Dependencia emocional: Te sientes “adicto” a su presencia, incluso sabiendo que te hace daño.
4. Necesitas un reinicio: Tus intentos de distanciarte gradual han fracasado por recaídas.
Pasos para cortar la relación de manera radical (pero consciente)
1. Toma la decisión desde la claridad, no desde el dolor
– Reflexiona: ¿Estás actuando desde el miedo, la ira o la desesperación? Si es así, date unos días para calmarte.
– Escribe una carta (que nunca será enviada; tengo una desde 1995, muy bonita por cierto): Plasma todas las razones por las que necesitas alejarte. Revisarla te recordará tu propósito en momentos de debilidad.
2. Comunica tu decisión (si es posible, si te sigue contactando; a menos que lo uses con la intención de una nueva oportunidad, una ganacia secundaria)
– Sé firme pero respetuoso: Evita discusiones largas o justificaciones excesivas.
– No entres en negociaciones: Si la otra persona intenta convencerte, repite tu decisión sin explicaciones adicionales.
3. Elimina las anclas que te mantienen conectado, corta con todo contacto
– Bloquea/elimina redes sociales y números.
– Evita lugares o rutinas que te vinculen a esa persona.
– Deshazte de objetos simbólicos: Regala, guarda en una caja o destruye lo que te recuerde a ellos (fotos, regalos, etc.).
4. Prepárate para el “síndrome de abstinencia” emocional, tu peor enemigo.
– Síntomas comunes: Ansiedad, nostalgia intensa, insomnio o impulsos de contactarlos.
– Crea una lista de “urgencia” con actividades para distraerte (ej.: llamar a un amigo, salir a correr, ver una película). Comunica tu decisión a alguien cercano que pueda ayudarte en caso de debilidad.
– Usa afirmaciones: *”Este dolor es temporal. Estoy eligiendo mi paz a largo plazo.”*
Riesgos del corte radical (y cómo manejarlos)
1. Arrepentimiento impulsivo: Antes de actuar, pregúntate ¿Mejorará mi vida sin esta persona en 6 meses?”
2. Sentimiento de vacío: Llena el espacio con nuevos propósitos: proyectos, hobbies o relaciones sanas.
3. Culpa o remordimiento: Recuerda, priorizar tu salud mental no es egoísmo, es supervivencia.
Después del corte: Reconstruye tu identidad
1. Reconecta contigo: Dedica tiempo a descubrir quién eres fuera de esa relación.
2. Celebra pequeños logros: Cada día sin contactar es una victoria.
3. No idealices el pasado: Escribe una lista de las cosas negativas que tolerabas y léela cuando la nostalgia ataque.
4. Todo pasa: esto también pasará. No tengas duda de esto.
Dejar ir no se trata de borrarle de tu mente, sino de que deje de controlar tu energía emocional. El progreso no es lineal; algunos días serán más difíciles que otros. Pero con un esfuerzo constante, los pensamientos perderán intensidad, tus emociones serán menos intensas y tus conductas más apropiadas; y redescubrirás tu capacidad de prosperar sin esa persona como el centro de tu historia.
Frases para fortalecer tu determinación
Soltar no es rendirse, es elegir no sufrir más por lo que no puede ser.
El amor propio también duele al principio, pero cura para siempre.
No estoy perdiendo a alguien que me valora; ellos están perdiendo a alguien que sí lo hacía.
Todo tiene un inicio y un final, lo unico constante en la vida es el cambio